Semana de la pasión, muerte y Resurrección de Cristo

 Esta semana fue la semana decisiva en la vida y servicio de Jesucristo. Fue la semana de la pasión, que incluyen su traición, muerte y resurrección.

El domingo, 5 días antes de su crucifixión, se ha dado a conocer como el domingo de ramos, o de la entrada triunfal, donde la multitud le aclamó como el Hijo de David que venía a redimirlos del poder opresor de los romanos. Pero la visión de Cristo no estaba, ni estuvo nunca, en lo político. Su propósito fue redimirlos espiritualmente, de sus pecados. La gente, como sea, gritaba los "hosanna", los "bendito" y los "gloria a Dios, quizá sin comprender bien lo que las palabras significaban. Y Jesús se los permitió, aunque días después ellos mismos gritarían "crucifíquenlo". 

Pasaron un par de días y, lo que se piensa que sucedió en martes, Jesús dijo que un día, nosotros, su iglesia fiel, también gritaremos "Bendito el que viene en el Nombre del Señor" (Mateo 23:39). Jesús se refería a ese día glorioso cuando le veamos venir en las nubes, para reunir a sus amados junto a Él, para que estemos con él pasa siempre. Sus palabras fueron: "Porque les digo que desde ahora no me verán, hasta que digan: "Bendito el que viene en el nombre del Señor".

Levanta tu fe; levanta tu corazón y tus manos en fidelidad a Dios; ¡Levanta tu cabeza, porque tu redención está cerca! Que estemos ahí, en ese glorioso día, clamando "Bendito el que viene en el nombre del Señor; Hossanna en las alturas".