El rey de la Aspirina
Para leer en 2 Crónicas 15 y 16.
Pocos reyes en Judá e Israel hicieron lo que agrada al Señor y Dios, como lo hizo David, padre de ellos. Asá se cuenta entre ellos.
Cuando Asá llego al poder, el pueblo no estaba viviendo conforme a la voluntad De Dios. Pero Dios envió a un profeta que le habló a Asá, y éste oyó al profeta y se comprometió a vivir como a Dios le agrada (2 Crónicas 15:8). Así mismo, él y el pueblo hicieron un pacto mediante el cual se comprometían a buscar de todo corazón y con toda el alma al Señor, Dios de sus antepasados (2 Crónicas 15:12).
Con todo, Asá no logró quitar los altares paganos de algunos lugares en el reino, pero él vivió agradando al Señor en todo. No obstante, al final de su vida tuvo unas manchitas en su resumé. Y por eso le he puesto el mote de “el rey de la aspirina”.
Una vez, el rey de Israel (Israel era el reino del norte, y Judá era el reino del sur, donde Asá era rey) vino a hacer guerra contra Judá. Asá, entonces, sacó los tesoros del templo y del palacio, y los llevó a Siria, con el rey Ben-Adad, e hizo un pacto con él, para que le ayudara contra el rey de Israel. Un profeta de Dios (2 Crónicas 16:7) vino y le reprendió, diciendo: “Por cuanto pusiste tu confianza en el rey de Siria, en vez de confiar en el SEÑOR TU DIOS, el ejército sirio se te ha escapado de las manos…”. La consecuencia fue que todos esos años de paz que había disfrutado, se acabarían, y entraría a un período de constantes guerras.
A menudo se nos olvida que tenemos un Dios Todopoderoso. Es fácil recurrir a medios mundanos (no por eso malos en sí), antes que a Dios. Alguien sugirió en el siglo pasado que, “desde que se inventó la aspirina, ya Dios es cada vez menos necesario”.
La Palabra nos dice: “El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles…” (2 Crónicas. 16:9).
Cuando el Señor recorre la tierra con su mirada, ¿que encuentra cuando llega a ti? ¿Fe? Esa fue la pregunta de Jesús al contar aquella parábola de la viuda y el juez injusto: “Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿Encontrará fe en la tierra?” Lucas 18:8
En otra ocasión, el rey Asá enfermó de gravedad. Y aún así, se olvidó de buscar al Señor para sanar (2 Crónicas 16:12) y prefirió “tomarse una aspirina”.
¿Será cierta esa expresión de que Dios es cada vez menos necesario? No estoy cayendo en exageración ni fanatismo al decir que esta generación actúa más como el Asá del final de sus días, que como el Asá del principio, aquel que hizo un compromiso de buscar al Señor con todo su corazón y toda su alma (2 Crónicas 15:12).
El punto de todo esto es que nosotros necesitamos recordar que tenemos un Dios Todopoderoso, al cual podemos recurrir como primera opción y recurso, en vez de dejarlo como segundo o tercero. Gracias a Dios por la ciencia, que ha venido de él, y nos ayuda a vivir mejor, pero cuidemos de que no ocupe el lugar De Dios. No terminemos como los romanos, que dieron culto a la criatura antes que al creador (Romanos 1:25).
En estos tiempos del Covid-19 confiemos en Dios, oremos a Dios, busquemos a Dios de todo corazón, y esperemos de Él un milagro en nuestro mundo.
Que Dios te bendiga.
Oziel AC.
Pastor de la Iglesia del Nazareno en Bridgeton NJ
(856) 369-1999
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